La Portada de Vogue y el Regreso del Puritanismo

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Link mencionados en este Podcast:
Olena Zelenksa, Annie Leibovitz. VOGUE

Locución Klau Tenorio-Music by ComaStudio from Pixabay

primera dama de Ucrania Olena Zelenska,-VOGUE y el regreso del puritanismo

Una de las noticias de esta semana fueron las críticas lanzadas hacia la primera dama de Ucrania Olena Zelenska, quien aparece en la portada de la revista Vogue, fotografiada por Annie Leibovitz.

Y arreciaron los comentarios.

Muchos de ellos contrarios, acusando tanto a la primera dama como al presidente Volodymyr Zelensky de “frívolos”, ante tanta muerte en Ucrania.
Pero lo más llamativo es que muchas de esas críticas fueron por la forma en la que posó Olena Zelenska en esa fotografía. Lo que también produjo el hashtag #sitlikeagirl, para apoyar a la primera dama, porque algunos internautas calificaron su postura como la de una jovencita.
Parece que cuesta mucho entender a las nuevas y viejas generaciones que una mujer se sienta como quiere, en el lugar que quiera, y cuando a ella se le dé la gana.
Si las consecuencias de esa sesión fotográfica son negativas para el gobierno de Ucrania, es algo que evaluará la historia.
Pero la decisión de mostrarse en una revista de circulación masiva, que desde siempre se ha centrado en la moda y celebridades, es algo muy personal de una pareja que vive en un país en guerra, y que seguramente recurre a cualquier medio que le parezca conveniente para su causa.

Hay una gran hipocresía en todo el cúmulo de críticas.

Desde quienes añoran regresar a regímenes controlados por el Estado, para poder vivir del erario público y del sudor de los trabajadores explotados, hasta los que, en el extremo opuesto, desean regresarnos a las políticas puritanas del siglo XIX.
El trasfondo de la andanada de epítetos en contra de la pareja presidencial, como a la publicación, revela una intención mucho más preocupante.
No soy fan ni de la revista, ni de la afamada fotógrafa, pero no puedo dejar de reconocer que esas imágenes -y especialmente la de la portada- tiene una fuerza poderosa.
Allí encontramos muchos mensajes que nadie, ni de un lado ni del otro, quiere escuchar.

En principio la señora Zelenska está sentada en lo que parece un refugio. Es decir, el presidente de Ucrania no envía a su familia fuera del país cuando arrecía la crisis.
Y esto último molesta a muchos políticos que, aun en tiempos de paz, sacan a su familia de sus respectivas naciones por si hay problemas futuros.
La señora ha estado desde un principio con su marido quien, a su vez, no ha tenido empacho en mostrarse en Instagram o Tiktok asegurando que se encuentra en el centro del teatro de operaciones, y no en un bunker subterráneo a prueba de cualquier ataque nuclear.
O bien en una mesa de más de seis metros de largo, controlando el riesgo de estar cerca de otro ser humano (al mejor estilo del Tercer Reich).
Y como si esto fuera poco, la señora Zelenska está mirando de frente a la cámara, sus dedos entrelazados, con poco maquillaje, delante de lo que parecen bolsas de arena para amortiguar un ataque en el lugar donde se encuentra.
Lo peligroso de ese mensaje es precisamente el de “Aquí nos quedamos todos a resistir”.

primera dama de Ucrania Olena Zelenska,-VOGUE y el regreso del puritanismo

Han catalogado las fotografías, como la decisión de la pareja, como frívola.
Pero precisamente eso no es lo que transmite la fotografía, aunque los misóginos, arremolinados en su propio anonimato tras las redes, no soportan ver a una mujer que los mira de frente con toda su valentía.
Y mucho menos a una pareja presidencial que decide quedarse, aunque la invasión a su país los quiera destruir.
Esta explosión en las redes hacia una publicación de este tipo tiene otros objetivos, que no se ven claramente bajo la niebla oscura de la hipocresía.
Y es que, desde el principio de la guerra, el presidente de Ucrania dio la cara, salió a las calles y sigue estando allí.
Menudo peligro para todos aquellos gobernantes que no hacen más que esconderse, ellos y sus familias, cuando arrecian las vicisitudes.
Sutil misiva para los que no soportan a una mujer haciéndose cargo de un problema tan grande como una guerra. Bofetada elegante a los que prefieren pueblos sumisos, gobernantes cobardes, servilismo y veneración.

Kyiv, Ukraine: 18 March, 2022 - President of Ukraine Volodymyr Zelensky-y el regreso del puritanismo
Volodymyr Zelensky Photo by Fotoreserg

Es muy sencillo sentarse detrás de un teclado y echar mano a los más primitivos argumentos para hacer leña del árbol caído, cuando los misiles caen a miles de kilómetros de distancia.
Aunque su objetivo es otro.
Cobijados en una supuesta corrección política, apelan al puritanismo para regresarnos a maniobras del pasado, reforzando la presión para sumirnos en una manipulación permanente.
Se trata, como está sucediendo en Texas, Estados Unidos, de controlar hasta los más esenciales derechos de las mujeres para que decidan sobre su propio cuerpo.
Es coartar de tajo las necesidades básicas de la población, para hundirlas en el complejo terreno de la manipulación a través de cualquier medio.

Porque las imágenes de mujeres como Olena Zelenska pueden quedar en la retina de la gente y ser emuladas. Porque ante la valentía de una mujer, hay un ejército de hombres misóginos (y también mujeres), que ven en ciernes el peligro de la evolución.
Para mí, esos retratos dan un mensaje que casi nadie quiere escuchar: Liberan el manifiesto que declaran quienes deciden ver hacia un futuro de valores asentados en la independencia.
Y eso, a todas luces, hace peligrar los designios de la corrupción y la supremacía.

Porque la mirada penetrante de la primera dama, Olena Zelenska, sume a todos sus críticos puritanos en las más misera de las vergüenzas.